Y la palabra se hizo música

Varios autores

Del 04/06/2013 al 27/06/2013

La canción de autor en España

Allá, a mediados de los años cincuenta, Blas de Otero, advirtiendo que la imprenta se había convertido, de pronto, en aguacil que emprisionaba las palabras entre rejas de líneas, afirmó con rotundidad: «La palabra necesita respiro..., porque el poeta es un juglar o no es nada».

Frente a aquella afirmación –compartida por otros muchos poetas de la época–, en aquellos mismos años, surgió una generación de jóvenes creadores, españoles y latinoamericanos –apasionados amantes de la poesía y de la libertad–, que decidieron tomar los versos de nuestros más grandes poetas –y los suyo propios– para echarlos a volar por las calles en forma de canción, y conseguir, así, que la gente –eso que se llama el pueblo– pudiera encontrarse con ellos y disfrutarlos.

Hecho o acontecimiento del que el poeta Jesús López Pacheco se hacía eco, en 1986, diciendo: «Hoy los cantantes han recogido la vihuela de los trovadores y han venido a liberar la poesía. A fuerza de música y de voces –jóvenes y hermosas–, sacan a los poetas a la calle, y los sacan más vivos, como resucitados –algunos– por la guitarra».

Han pasado más de 55 años, y aquella palabra hecha música –que es la llamada “canción de autor”– se ha multiplicado, y ha llegado a convertirse en un nuevo género musical y poético de extraordinaria importancia artística, social y cultural; género en el que se ensamblaron músicos y poetas, y al que, solidariamente, se unieron un gran número de artistas plásticos que crearon y ofrecieron sus obras para ilustrar –en las carpetas de los discos– aquel canto rebelde y esperanzado.

A todos aquellos poetas, músicos, intérpretes y artistas plásticos que hicieron posible, en España y Latinoamérica, que la palabra se hiciera música, les rendimos ahora nuestro homenaje a través de esta exposición en la que recogemos una reducida, y, a la vez, significativa muestra de su presencia y de sus latidos; latidos esperanzados y solidarios –canciones del alma– que siempre acudieron a nosotros confidenciándonos, en el fondo, lo mismo que dijo Fito Páez en una de sus canciones: «¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón»

Fernando González Lucini
Comisario de la Exposición

Blog de Fernando González Lucini