Periplo

Fotografías de Jorge Saeta

Quién, alguna vez, no ha pensado por un momento coger una mochila, salir de la rutina e ir a conocer lugares remotos y exóticos. La exploración y la atracción por lo desconocido son necesidades que habitan en el ser humano, sólo unos pocos son capaces de satisfacerlas. Jorge Saeta forma parte de esa minoría. Un buen día cogió su mochila y su cámara de fotos para recorrer el Sudeste Asiático por unos meses, siete años después regresó.

En ese dilatado tiempo Jorge vivió tres años en Indonesia, donde trabajó como voluntario en la ayuda del gran Tsunami de Diciembre de 2004. También en el Sudeste Asiático retrató tribus y minorías étnicas inmersas en problemas medioambientales y socio-políticos. Vivió en Japón y tres años después marchó a África para colaborar con diversas ONG , trabajando, entre otras, en la asistencia internacional al brote del Ébola de 2015. Este hecho le llevó a estar en países como Guinea Bissau, Sudán del sur, Bangladesh y Sierra Leona.

“Periplo”, que así se llama la exposición, nos habla de parte de las experiencias que le acontecieron durante esos años tan vitales. Tales vivencias no se presentan a modo de diario, sino como un decálogo de la capacidad del ser humano para sobreponerse a la adversidad. En sólo un pequeño paseo conoceremos diversidad de gentes, lugares y costumbres. Jorge nos retrata a las gentes que sobreviven después de la devastación o la enfermedad, personas que tienen muchos menos medios que los nuestros o sencillamente personajes anónimos que la casualidad hizo que se cruzaran en su camino. Pero las imágenes, lejos de ser condescendientes, nos acercan a lo positivo de la dignidad humana.

La exposición es un homenaje a la diversidad. Los rostros, de distintas culturas y raíces, nos adentran en las personalidades de los protagonistas y dejan al descubierto mucho más de lo que vemos en su superficie. También se muestran lugares diversos y recónditos que bien podrían usarse como decorado de una película de aventuras. U oficios venidos de otras épocas de la historia que nos transportan al pasado. Todo esto se nos muestra de un modo personal y una mirada artística que hacen que nos encontremos ante una gran muestra fotográfica.

Sin lugar a dudas y aunque sólo sea con la mente, esta exposición nos hará viajar. Y quién sabe, si algún día, alguno de nosotros sea quien coja la mochila.

Eduardo Lozano Chavarría