• slide-1
  • slide-2
  • slide-3

Tierra

José González Mas

Cada estudio de pintor que visito tiene su aroma, todos parten de los mismos ingredientes, madera, tela preparada, aglutinantes, disolventes, pintura y poco más, esa es la base. Cambia la luz que los habita, luz natural, fluorescentes. Los hay muy ventilados, también estancos, de tamaños grandes o pequeños, todos son particulares e inherentes a quien lo habita. Sin embargo, el verdadero fin para lo que son utilizados se repite, crear buena pintura, cuadros que sobrepasen nuestra existencia.

Hace unas horas he tenido el placer de estar en el estudio de José González Mas. Como ya esperaba, hemos charlado amigablemente sobre el trabajo que ha preparado para esta exposición, sin duda una amena conversación entre pintores. Todo podía haber acabado ahí, pero no ha sido así. La visita me ha dejado poso, el regusto de haber estado con un pintor de los pies a la cabeza, José es un amante de la pintura que busca, trabaja y la siente de verdad.

González Mas articula su obra mediante la emoción, una emoción provocada por todo lo bello que le rodea. La naturaleza es sin duda su fuente de inspiración, en ella encuentra todo lo que necesita para expresarse. Sus cuadros son un verdadero catálogo de la pasión: enérgicas masas de colores vivos se complementan entre sí creando ilusiones armónicas y dinámicas. Pintura y dibujo confluyen en sus obras dirigidas por incisivos trazos en los que el pintor descarga toda su energía, consiguiendo que sus composiciones bailen al son que él imprime.

Para esta exposición el pintor mantiene a la naturaleza como eje principal, pero a sus ya conocidas imágenes de parques o jardines botánicos, José incluye nuevas creaciones que nos hablan de lo que la naturaleza nos da, sus frutos. Y lo afronta de dos maneras diferentes que en cierto modo hacen que su lenguaje plástico se amplíe: puestos de frutas concebidos de manera ordenada y geométrica, o montones de desecho en los que las imágenes tienden hacia una abstracción compositiva, abandonando toda referencia espacial. De cualquier modo, el resultado son imágenes festivas y abundantes cargadas de ambiente positivo y amor hacia lo natural, y es que, tal y como afirmaba Chagal “el arte debe ser una expresión de amor o no es nada”.

Eduardo Lozano Chavarría

Director de las Salas de Exposiciones de la UNED de Calatayud