Las pinturas de Javier Riaño que presentamos en el Centro de la UINED en Calatayud, como podrán comprobar quienes contemplen este catálogo, o se acerquen hasta las Salas de Exposiciones, tienen algo especial. Cuando se encontraba preparando esta muestra, le propusimos visitar la ciudad y disfrutar de los muchos rincones con atractivo más que suficiente para hacerlos protagonistas de alguno de sus cuadros. Respondió con una energía extraordinaria y, tras la visita, Calatayud pasó a ser la protagonista indiscutible de los cuadros.

Escenarios bien reconocibles son los paisajes urbanos que en esta Exposición nos muestra Riaño: calles y plazas, escaparates y mercados, gente en movimiento o en actitud observante… Calatayud tiene una identidad muy personal y también una atmósfera especial que el artista ha sabido captar de manera admirable. Sus cuadros no resultan meras copias descriptivas de una realidad tangible; a través del dibujo y del color, utilizado con aguda maestría, Javier Riaño registra lo que acontece –a modo de crónicas visuales–, que aspiran a ir más allá y que, por supuesto, lo consiguen. La arquitectura propia de esta ciudad: soportales, edificios emblemáticos, solares… son escenarios ineludibles donde se desarrolla la acción esencial protagonizada, en muchos de los casos, por los personajes que completan las composiciones y que son los que las dotan de la ilusión de movimiento, de vibración y de energía.

A semejanza de aquellos paisajistas del siglo XIX: Coubert, Corot, Constable… la pintura de Riaño procede de  los sentidos, fragmentos de cotidianeidad atrapados de forma minuciosa, interrumpidos necesariamente por los límites del lienzo, en los que el color, los contrastes entre las luces y las sombras, ejercen su influencia hasta transmitirnos que es algo más que la copia estricta de la realidad lo que se produce en cada cuadro. Con aparente facilidad, captura el artista la atmósfera del momento, se apropia de ella y la prolonga, consiguiendo que nos olvidemos de la bidimensionalidad del marco que la acoge, la traspasemos y nos sumerjamos en el bullicio de la ciudad en un día luminoso de mercado; que nos sintamos partícipes, más que simples observadores.

Javier Riaño está dotado de una capacidad excepcional para el dibujo y la pintura del natural que le han llevado a recoger numerosos premios en toda la geografía nacional. Utiliza la fotografía como elemento imprescindible para atrapar este instante efímero que conquista su interés, y después, en la soledad del estudio, conseguir pinturas trabajadas, bien resueltas; de gran impacto visual. Como a Richard Estes le interesan los ambientes reflejados en los escaparates y cristales y, como el artista americano, Riaño parte de la instantánea como elemento auxiliar para trabajar con el dibujo, la perspectiva y la paleta de colores para la consecución del cuadro.

Su dedicación intensa, durante los meses precedentes, a los paisajes urbanos de Calatayud es lo que presentamos en esta Exposición con la que, tras el período vacacional, se reabren las Salas de Exposiciones del Centro de la UNED. Esperamos que quieres la visiten disfruten tanto como lo hemos hecho nosotros viendo cómo el artista iba preparándola.

María Jesús Buil Salas

Directora de las Salas de Exposiciones UNED Calatayud