El Ayuntamiento de Calatayud concedió, en Septiembre de 2007, la Medalla de Oro de la Ciudad de Calatayud a la UNED de Calatayud.
El martes 30 de Octubre de 2007 a las 19:30 horas en la iglesia de San Pedro de los Francos, se celebró el Solemne Acto Académico de Apertura del curso 2007/2008 de la UNED.
En el acto se hizo entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad, concedida a esta institución por el Ayuntamiento en reconocimiento a su trayectoria educativa, social y cultural, así como a la constante prestación de servicios relevantes a la Ciudad de Calatayud y a los bilbilitanos.
La concesión de la primera Medalla de Oro de la Ciudad de Calatayud en la Democracia se acordó por unanimidad en sesión de Pleno de 17 de Septiembre de 2007.
En nombre del Presidente de Aragón y de su Gobierno, felicito a la UNED por la Medalla de Oro de la Ciudad de Calatayud, y especialmente al profesorado, al personal de administración de servicios y a los estudiantes que durante más de 3 décadas han pasado por este Centro. Esta Medalla es un reconocimiento a un saber hacer, a un trabajo de equipo, a un servicio que se presta a toda la Comunidad bilbilitana.
También quiero felicitar a la ciudad de Calatayud. Felicitarles porque cuentan con un magnífico Centro Universitario, la UNED. Un Centro de una constatada calidad educativa y de un alto prestigio en todo el País.
Finalmente debo nombrar a los grupos políticos del Ayuntamiento, que han sabido comprender la importancia trascendental que la UNED ha tenido, y tiene, en esta Ciudad, y al Presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, ya que sin la ayuda de esta Institución todo esto no sería posible.
Enhorabuena a todos. Esta Medalla de Oro supone un motivo de alegría, un empujón para seguir trabajando por la Educación y la Cultura. Enhorabuena a la UNED de Calatayud.
Como Presidente de la Junta Rectora de este Centro agradezco al Ayuntamiento de Calatayud que haya sabido señalar y reconocer el magnífico trabajo de la UNED en Calatayud desde que esta Universidad se instalara en esta población aragonesa en el año 1975, cuando el entonces Alcalde y Diputado José Galindo propiciara esta especie de “milagro”.
Por otra parte, como Presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, felicito a la UNED, y al Gobierno de Aragón por su trabajo en materia de Universidad.
La gran labor educativa, cuantiosa y cualitativa, de la Universidad a Distancia no es meritoria de una medalla, sino de muchas. Permítanme que les diga que va más allá de la labor educativa. La trayectoria de este Centro Universitario en Calatayud ha servido para el robustecimiento de la Ciudad, que se ha convertido en un lugar fundamental dentro del mapa educativo aragonés. Por eso, para quienes creemos que el corazón de un país son las ciudades, este reconocimiento es motivo de regocijo.
La Diputación Provincial de Zaragoza continuará entregada para que todo este proyecto siga vivo, colaborando en todo lo que este a su alcance con este magnífico Centro Universitario.
La entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad al Centro de la UNED es un momento de alegría para todos, y como Alcalde de satisfacción. Es, sin lugar a dudas, un acto de justicia, votado por unanimidad entre todos los miembros de la Corporación bilbilitana.
Es importante que Calatayud sepa reconocer a las personas que permiten que esta Universidad tenga una Sede tan activa en la Ciudad; Sede que permite poner a esta población en el mapa de la geografía universitaria aragonesa y española.
Desde el Ayuntamiento reconocemos el gran mérito que supone realizar una brillante actividad educativa, y al mismo tiempo dinamizar la actividad cultural y social de nuestra Ciudad. Año tras año, desde su instauración, la UNED en su Centro de Calatayud ha venido desarrollando y desarrolla esta importante labor y sabemos que así seguirá siendo.
Es un momento de alegría para los que formamos parte de esta Universidad. Son muchos los motivos por los que experimentar este júbilo y es difícil ordenarlos por grado de importancia, porque todos son importantes.
La entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad de Calatayud es símbolo de todo el trabajo desarrollado por el Centro. Es un premio a un esfuerzo colectivo, a todo el trabajo, el gran trabajo, de muchas personas, y de todos aquellos que participan de la actividad académica de la UNED, que estudian o han estudiado en esta Universidad.
Es un premio a una labor educativa, por supuesto, pero lo es también a una labor cultural y social, porque la UNED en su centro de Calatayud promociona actividades abiertas a todos los ciudadanos y porque es, además, una Institución que apoya, en especial, a todas aquellas personas que de otro modo no hubieran podido acceder a unos Estudios Superiores.
Pero esta Medalla de Oro es también un premio para las Instituciones que han colaborado con la Universidad a Distancia, porque sin el apoyo dado desde la Diputación Provincial de Zaragoza o el Gobierno de Aragón, y algunas ayudas puntuales como las de la CAI o Ibercaja, toda esta labor no hubiera sido posible. Quiero recalcar que este premio recoge la sensibilidad que tiene la población, en general, del servicio que ofrece la UNED a las personas; para todos resulta evidente que la amplia y positiva actividad que desarrolla este Centro es una buena forma de invertir el dinero público.
Este premio supone un acto muy emotivo: la primera Medalla de Oro del Ayuntamiento en democracia; y resulta especialmente grato para nosotros, que haya sido otorgado por unanimidad.
El trabajo desarrollado por la UNED, nunca ha pretendido la obtención de premios ni reconocimientos, sino prestar un servicio a los ciudadanos. Por ello, la concesión de la Medalla de Oro de Calatayud, ha supuesto una grata sorpresa y una gran satisfacción para nuestra comunidad académica.
Las personas que en la UNED desarrollamos nuestro trabajo, en gran medida dirigido a los estudiantes, nos sentimos miembros activos de la comunidad social y cultural de Calatayud, puesto que las actividades de formación extra-académica: exposiciones, conferencias, simposios, cursos, etc., forman parte importante de nuestra programación.
Si la UNED se ha hecho merecedora del honor de recibir esta medalla, ha sido gracias al esfuerzo de muchas personas que han aportado lo mejor de sí mismas a lo largo de 32 años, desde los que impulsaron su creación, hasta los actuales responsables, profesoras y profesores y todo el personal. Pero ante todo, ha sido posible gracias a los miles de ciudadanos aragoneses que han confiado en la UNED para cursar sus estudios universitarios y también gracias a los muchos que participan en nuestros actos culturales.
La concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad de Calatayud es un honor que nos enorgullece y que, ante todo, nos exige afrontar dos nuevos retos que aceptamos de buen grado y con ilusión: mejorar nuestros servicios académicos, para adaptarlos al Espacio Europeo de Educación Superior, e incrementar nuestras actividades culturales, buscando una mayor integración en la vida ciudadana. Para ello contamos con el respaldo constante y decidido de las Facultades y Escuelas que componen nuestra Universidad y de sus más de 1.200 profesores, así como con el imprescindible apoyo de la Diputación Provincial de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y por supuesto del Ayuntamiento de Calatayud.
Por último, quiero hacer constar nuestro agradecimiento a la sensibilidad demostrada por esta Corporación hacia nuestro trabajo, al acordar por unanimidad la concesión de la Medalla de oro de Calatayud a la UNED. A partir de ahora, más que nunca, pondremos nuestro esfuerzo y nuestra ilusión al servicio de la ciudad, de la comunidad académica, y de una sociedad cada día más tolerante y más justa.
Tras más de treinta años de historia en nuestra Comarca la Universidad Nacional de Educación a Distancia está cumpliendo sobradamente su objetivo docente.
Centenares de personas de localidades pertenecientes a la Comarca de la Comunidad de Calatayud, que por diversos motivos no pudieron cursar sus estudios en la universidad presencial, se han licenciado o diplomado en cualquiera de las titulaciones de la amplia oferta educativa que el Centro Asociado de Calatayud ofrece, independientemente de las miles de personas que se ha desplazado desde otros puntos de la geografía aragonesa e incluso de provincias limítrofes para cursar sus estudios en este centro.
Así pues, como Presidenta de la Comarca de la Comunidad de Calatayud quiero transmitir mi más sincera enhorabuena y el apoyo de esta institución al Centro Asociado de Calatayud por la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad en su intensa y eficaz labor educativa, que ha beneficiado no solo a los habitantes de la capital de la Comarca sino también a todos los de los sesenta y seis pueblos restantes que la componen.
La labor que la Universidad Nacional de Educación a Distancia ha hecho en Calatayud, a lo largo de todos estos años, ha sido enorme.
Desde el nivel académico y cultural. En el nivel académico dando opción a nuestros chicos y chicas a cursar una carrera sin salir de su casa, como ha sido el caso de mi hijo. Desde el plano cultural realizando una gran labor a través de la organización de múltiples actos en los que me he visto siempre involucrada por su gran interés.
El apoyo que se ha dado a los colegios ha sido muy importante intentando que los niños y niñas fueran a visitar sus preciosas instalaciones y a disfrutar de cuantas exposiciones, o cualquier otro evento cultural, se han realizado, así como los concursos que se han pensado para motivar a nuestros escolares.
Mención especial merece la atención que ha recibido el “Coro de Voces Blancas” de nuestro Colegio contando con ellos en múltiples inauguraciones de curso y apoyándoles en cuantas ocasiones lo han necesitado, proporcionando sus instalaciones para conciertos e incluso promoviendo los mismos. Además es de destacar el trato cariñoso que han tenido siempre con los componentes de nuestro coro.
Pocas veces una Medalla de Oro habrá sido otorgada con tanto merecimiento. Mi enhorabuena y la de todo el Profesorado del Colegio Augusta Bílbilis para todo el personal de la UNED y un gran ánimo para que continúen trabajando en la misma línea.
Cómo representante en Calatayud de la Cámara de Comercio de Zaragoza, considero que es estupendo que en la ciudad bilbilitana se pueda contar con una Universidad que facilita la formación especializada a gente con dificultades para poder estudiar en una Universidad de tipo presencial.
La UNED ofrece en la Ciudad posibilidades de desarrollo económico, puesto que acuden estudiantes y profesores de un radio geográfico muy amplio con las oportunidades que este hecho proporciona; por un lado ser conocida, y, por otro lado, el uso que de los servicios hosteleros y comerciales hacen los que vienen para estudiar, examinarse, asistir a tutorías, etc.
Los beneficios que reporta la UNED a la ciudad han sido múltiples y son cada vez más importantes.
Considero muy acertada la concesión de la Medalla de Oro al centro UNED de Calatayud, puesto que es una Institución educativa que se caracteriza por una buena gestión. Veo, además, que es un Centro en auge, tanto en el número de carreras que ofrece como en el número de alumnado
La UNED en la ciudad del Jalón desarrolla una labor académica incomiable, pero al mismo tiempo no es un Centro cerrado académicamente, sino que abre sus puertas a todos los públicos con múltiples actividades: exposiciones, ciclos de conferencias, conciertos... en este sentido la colaboración con otros centros, en concreto con el que yo dirijo, es excelente ya que nos han abierto las puertas de su edificio, nos han cedido sus instalaciones siempre que lo hemos necesitado. Contribuyendo a fomentar el contacto fluido y las relaciones entre diferentes instituciones culturales y educativas.
Que los estudios universitarios tengan presencia en Calatayud a través de la UNED me parece importantísimo. La labor de esta Universidad, con su oferta educativa y sus otras muchas actividades, supone una forma de extender la cultura a toda la población.
La UNED hace en Calatayud una labor destacada y de calidad abierta a toda la ciudadanía, que muchas veces no se sabe valorar lo suficiente. Por eso pienso que la Ciudad de Calatayud debería acoger con más entusiasmo la actividad y las oportunidades que nos ofrece esta sede universitaria.
Por mi parte, y como directora de este Colegio, puedo decir que nuestros alumnos han participado de las actividades que nos ofrecía el Centro UNED, asistiendo a las exposiciones y, también, visitando el edificio.
La entrega de la medalla de Oro de la Ciudad a este Centro Universitario me parece muy merecida.
Destaco la muy importante labor que viene realizando la UNED en el centro de Calatayud desde su apertura. Pero si algo quiero recalcar, como director del Centro de Profesores, es la continua oferta de cursos que se vienen celebrando y que permiten que el abanico de formación en la Ciudad sea amplísimo.
La UNED de Calatayud desarrolla una destacada labor cultural y educativa, y por lo tanto social, beneficiosa para la ciudad de Calatayud. Cultural, a través de su amplia oferta de exposiciones, ciclos de cine o conferencias. Educativa, por su gran abanico de estudios universitarios y cursos formativos. De ambas facetas, muy importantes, nos podemos beneficiar todos los bilbilitanos y la región en la que Calatayud se ubica.
Todo son alabanzas para el Centro de la UNED en Calatayud. Este hecho se ve plasmado en las múltiples y fructíferas colaboraciones que existen entre la Institución Cultural que yo presido y la Universidad a Distancia. La mayoría de las actividades del Centro de Estudios Bilbilitanos se celebran en el Centro UNED de Calatayud que nos ofrece sus magníficas instalaciones siempre que se lo solicitamos.
La estrecha colaboración es fruto de una gran compenetración que se refleja, por ejemplo, en la designación de Julio Fuentes Losa y Ana Lagunas Gimeno, Director y Secretaria de la UNED de Calatayud, como consejeros del Centro de Estudios Bilbilitanos.
La medalla de Oro de la Ciudad es un merecidísimo reconocimiento a la trayectoria del Centro y a todo lo positivo que, a diario, proporciona.
La UNED ofrece a su alumnado una gran flexibilidad para el aprendizaje y, por tanto, permite a todas aquellas personas que cuentan con dificultades, de tipo laboral, personal o familiar, una disponibilidad de horarios, y unos medios técnicos de apoyo al estudio que faciliten el camino a aquellos que quieren tener una formación universitaria.
De la amplia oferta educativa que presenta destaco los cursos de Formación del Profesorado, tan útiles para los que nos dedicamos a la enseñanza y que yo mismo he cursado en alguna ocasión como complemento a mi trayectoria profesional.
Considero positivo que Calatayud disponga de un Centro de la UNED, algo que beneficia, sin duda, no sólo a la ciudad bilbilitana, sino también a su ámbito comarcal y regional, a todo Aragón.
La relación que he tenido con la UNED ha sido constante cuando estaba, hace unos años, trabajando en el Centro de Profesores de Calatayud. Siempre que necesitábamos sus instalaciones nos las han cedido con toda la tecnología de la que ellos disponen. La UNED siempre nos ha servido de apoyo y de ayuda.
A nivel relacionado con su función social y educativa es de admirar toda la labor que desempeñan, y cada vez más, puesto que han crecido, y están creciendo, en prestaciones y servicios de todo tipo.
Hay que estar muy orgullosos y satisfechos de que un Centro universitario como es este tenga una sede en Calatayud. Si alguna Institución se merece una medalla de oro, por su gran labor para el conjunto de la ciudadanía esa es la UNED de Calatayud.
A la UNED, cuando creó el Centro de Calatayud, lo vi con expectación pero sobre todo con ilusión. Cuando se fueron desarrollando cada vez más actividades y el Centro fue creciendo, todo lo que en un primer momento había pensado se quedó pequeño, porque comenzó a ser un verdadero motor cultural, tanto por la propia actividad académica, con más carreras ofertadas cada vez, como por toda la labor extraacadémica ( ciclos de cine, conferencias, exposiciones, cursos y seminarios, etcétera).
Cuando ya han pasado aproximadamente 35 años desde su ubicación en la ciudad, el Centro ha cambiado, y cada vez a mejor. Existe mayor actividad, en todos los sentidos, y siempre con una calidad y un nivel altísimos. Esta Universidad ha supuesto la presencia de una referencia académica y cultural muy necesaria para la Ciudad.
Personalmente, he tenido especial cariño por el Centro, por lo que considero que la distinción con la medalla de oro de la ciudad , además de oportuna, hace justicia con una de las señas de identidad del Calatayud actual.
Actualmente en espacios territoriales de nuestra Comunidad Autónoma, Aragón, se está generando una despoblación que entidades dinámicas como la UNED tratan de equilibrar con acierto, haciendo fluir potencial humano de lo urbano hacia lo rural. Su programa de actividades académicas, de formación, y las culturales, permiten a la población de Calatayud, de la Comarca y de la Comunidad Autónoma acceder a los servicios que suelen estar centralizados en las capitales.
Valoro a la UNED como centro que acerca la igualdad de oportunidades contribuyendo, con su ayuda, a la tan necesaria vertebración del territorio.
Que un Centro de estas características reciba la medalla de oro de la Ciudad como premio a su trayectoria dignifica a Calatayud, sus ciudadanos y a los habitantes de su entorno.
La UNED para mi ha supuesto una oportunidad única: poder estudiar una segunda carrera, aquí en mi ciudad, sin tener que desplazarme.
Gracias a la UNED en Calatayud mucha gente que no puede trasladarse, por diferentes razones a estudiar a otras ciudades y capitales, pueden realizar sus estudios universitarios aquí, lo cual facilita mucho el acceso a estudios superiores a todo tipo de personas.
Todo acto lleva a un fin; que yo estudie psicología tiene la finalidad de poder ayudar a los demás en todo lo que mi conocimiento y experiencia me permitan. Todo eso lo puedo llevar a cabo porque la UNED me ofrece esa oportunidad en mi propia ciudad, así es que la entrega de la Medalla de Oro es un reconocimiento público a un agradecimiento general de todos los ciudadanos, que como yo, participamos de las posibilidades que esta Universidad nos brinda.
En mi caso particular, soy tetraplégico, sólo muevo el cuello y no mucho, la UNED supone acercarme la Universidad a mi casa. Esto, en mi caso, me proporciona una oportunidad que de otro modo no podría tener, lo mismo que la UNED facilita la posibilidad de estudiar una carrera en los Centros Penitenciarios, o a aquellas personas que por otras circunstancias no tienen un fácil acceso a los grados universitarios. La UNED nos permite, como digo, no sólo poder acceder a estudiar, sino poder hacerlo a la hora que queramos, marcándonos nosotros mismos los ritmos de trabajo. Además se cuenta con medios de apoyo como los cursos virtuales, que conozco, y que disponen de muy buenas herramientas que ayudan en el trabajo intelectual.
Es cierto que existe alguna desventaja, puesto que no se pueden cursar todas las carreras, por ejemplo medicina, pero tiene, a cambio, un amplio abanico de titulaciones donde elegir.
En mi día a día, la UNED, me ayuda a vincularme al estudio. Me ayuda a hacerme competente, y eso es siempre una salida. Aprendo cosas nuevas, cosas que me interesan. Poder estudiar me ofrece múltiples beneficios, busco en ello la rentabilidad, estudiar para conseguir enriquecerme, de alguna manera.
Para terminar, tengo que destacar también el ambiente tan cordial que se crea entre alumnos, profesores y personal de la UNED; aunando profesionalidad, motivación y altruismo. Y por todo ello aconsejo estudiar simplemente por saber, por conocer.
Para una población pequeña como es la nuestra, la UNED es un revulsivo cultural y educativo de gran interés para todos, puesto que, además, en Calatayud no contamos con una Universidad presencial.
Por otro lado, la UNED en nuestra Ciudad aporta su pequeño grano de arena al desarrollo económico y al mantenimiento de servicios para la población. Reconozco muy importante el movimiento de gente que genera; personas que llegan de fuera posibilitando un intercambio de ideas entre estudiantes y ciudadanos.
Finalmente un hecho destacado y positivo es que la UNED se ha ubicado en Calatayud en un edificio histórico, por lo que ha contribuido a mantener con vida y a mejorar notablemente, a través de reformas y restauraciones, el antiguo colegio de Jesuitas, ayudando a conservar parte de la belleza y de la genuinidad del casco antiguo, evitando que se deteriore por el abandono.
Por todos estos motivos valoro la labor que esta haciendo la UNED en su Centro de Calatayud y considero más que merecido el galardón que se le otorga.
La relación con la UNED de Calatayud la puedo explicar desde una doble vertiente. Por un lado, he llevado a nuestros alumnos a visitar el edificio en el que se encuentra su sede y siempre hemos tenido una buena acogida por parte del personal, que han sido capaces de mostrarles un pedazo de la Historia de nuestra Ciudad (el colegio donde estudió Baltasar Gracián) a través de sus estancias, con un nivel asequible para que todos pudieran entenderlo. Los alumnos siempre han quedado impresionados, especialmente con la biblioteca instalada en una antigua y bellísima capilla recuperada, ahora, como lugar de estudio y lectura.
También hemos asistido en numerosas ocasiones a las muestras artísticas que, con regularidad, hay en el Centro. En este sentido la UNED de Calatayud es única en la Ciudad, porque de manera continuada ofrece a todos exposiciones de interés, algo que valoro, además de como ciudadana (porque me gusta e interesa el arte), como maestra, puesto que para los alumnos es una experiencia única, que da a conocer a creadores aragoneses con una trayectoria consolidada en la vanguardia artística. Esta actividad que nos ofrece el Centro resulta muy enriquecedora porque, junto con las visitas in situ, desarrollamos actividades complementarias en el colegio, haciendo interactuar la programación de aula con una aplicación práctica en las Salas de Exposiciones. Todo esto potencia en ellos, desde pequeños, un acercamiento al arte como futuros visitantes de museos o, quién sabe, si como futuros artistas.
La UNED supone para Calatayud la despolarización de la enseñanza universitaria desde los grandes focos y las grandes capitales hacia los pequeños municipios, tradicionales; esto es, el acercamiento de la formación y el aprendizaje proponiendo un sistema flexible para personas que de otra manera no podrían acceder a la enseñanza superior.
Como ciudadano considero que de manera paralela al planteamiento básico de la UNED, el Centro reporta una serie de beneficios colaterales de gran relevancia para Calatayud y para la Comarca entre los que cabe destacar la magnífica gestión de las Salas de Exposiciones que supone una presentación directa y cercana del panorama artístico regional, nacional e internacional de calidad, a los estudiantes y ciudadanos.
Como arquitecto me gustaría reseñar la actitud adoptada por la UNED como organismo público eligiendo un edificio tan emblemático en la Ciudad como el antiguo colegio de los Jesuitas, y apostando ejemplarmente por su rehabilitación y readaptación, manteniéndolo vivo y en continuo desarrollo, dado que si este hecho no se hubiera producido, seguramente este magnífico edificio no estaría en nuestras calles.
Dada la flexibilidad y el aprendizaje independiente que nos ofrece la UNED se hace posible, a pesar de nuestras ocupaciones, poder seguir adquiriendo conocimientos que nos permiten continuar educándonos a la vez que ampliamos y mejoramos nuestra formación para una mayor inserción y mejora en el mundo laboral y social. Este es mi caso, que, aunque ya insertada en el trabajo, siempre quise realizar unos Estudios Superiores que me permitieran abarcar otros campos de conocimiento, como es el de la Educación Social.
Inicié esta andadura en el Centro UNED de Calatayud a través del Curso de Acceso para mayores de 25 años, pudiendo así, además de formarme en mi propia localidad, alcanzar una plenitud personal que difícilmente pudiera haber logrado sin contar con las posibilidades que me ofrece la Universidad a Distancia.
Lo que ha supuesto la UNED para mi es que, a pesar de estar trabajando, me ha dado la oportunidad de estudiar una carrera, lo que me hace sentir gran satisfacción. Por mi trabajo y circunstancias la Universidad a Distancia me ha permitido estudiar con mis tiempos y con mi organización. Los que contamos con una discapacidad, en este caso la mía es la vista, nos vemos amparados por esta Universidad que nos pone todas las facilidades.
Yo perdí la visión a los 14 años y desde ese momento dejé de estudiar. La primera vez que volví a coger un libro fue en la UNED después de 25 años, por lo que me ha ayudado a recuperar el interés, contribuyendo a abrir las puertas de mi desarrollo personal.
En la actualidad tengo mi trabajo como Director en la Agencia de la ONCE de Teruel. Para conseguir este puesto he tenido que realizar una oposición interna, y sé, que a la hora de elegir al candidato adecuado, han tenido en cuenta el hecho de que yo estuviese cursando una carrera. Mis estudios en la UNED me han ayudado a encontrar empleo.
Quiero resaltar que los servicios que se ofrecen en el Centro son buenos, pero la gente mejor aún. Estoy especialmente agradecido con el trato personal que los empleados me han dado en todo momento.
Tras finalizar mis estudios medios la carrera que quería y deseaba cursar era psicología, por lo que debía trasladarme a otras Comunidades Autónomas para poder realizarla. Por otro lado, sabía que se valoraba especialmente a las personas formadas en la UNED puesto que el tipo de enseñanza que se ofrece en esta Universidad fomenta la autonomía y la disciplina, algo que me abriría puertas a la hora de acceder al mercado laboral.
El hecho de que la UNED tuviera sede en Calatayud me permitió realizar la carrera que deseaba en mi tierra, a través de los múltiples servicios de apoyo al aprendizaje que desde el Centro se ofrecían, y completar así mi formación teórica con una experiencia práctica en la Ciudad.
Que ahora reciba la medalla de Oro de Calatayud me parece que es un justo agradecimiento de la Ciudad, de todos, a una Universidad que ha posibilitado que tantos bilbilitanos hayamos accedido fácilmente al maravilloso mundo del Conocimiento, con mayúsculas.
Me parece muy interesante y muy beneficioso que exista una Universidad en una ciudad estratégicamente bien situada como es Calatayud, cabecera, al mismo tiempo de una gran Comarca. A pesar de que hay Universidad bastante próxima, la de Zaragoza, no es tan accesible para las personas que habitan en los pueblos de la Comarca.
Además de impartir estudios es también un eje dinamizador de actividades culturales, como las Salas de Exposiciones, los ciclos de cine o las conferencias.
También quiero mencionar las instalaciones que esta Universidad proporciona a los habitantes de Calatayud, por ejemplo la biblioteca, donde estudié mis oposiciones, o la sala de informática de libre acceso que acerca las nuevas tecnologías a todos.
El funcionamiento interno de la Universidad a Distancia lo conozco personalmente puesto que soy titulado allí. En este momento la UNED supone la única posibilidad de hacer un perfeccionamiento profesional a nivel universitario, en este caso mi segunda carrera, en la ciudad donde vivo.
Desde el Centro que dirijo se recomienda a los alumnos en el último año que, puesto que no todos podrán obtener la nota de corte mínima para acceder a una carrera, hagan la solicitud de matrícula en esta Universidad, ampliándose así sus posibilidades. De hecho varios de nuestros alumnos han empezado a estudiar carreras ofertadas por la UNED de Calatayud, carreras que no están presentes en los planes de la Universidad de Zaragoza, como es psicología.
La colaboración que existe con la UNED de Calatayud y los dos Institutos de la Ciudad se refleja también en unas jornadas de orientación profesional que preparamos para nuestros alumnos de Enseñanza Secundaria y que se celebran en el Centro de Calatayud desde donde nos prestan todos sus servicios y ponen a nuestra disposición las instalaciones de las que disponen.
Es de agradecer desde nuestro Instituto la implicación y presencia institucional de los responsables de la UNED de Calatayud en cualquiera de nuestros actos. Siempre han respondido. Por todo ello destaco la importancia que supone para una ciudad como Calatayud la sede de la UNED.
La puesta en marcha en Calatayud en 1975 del primer Centro Asociado de la UNED en Aragón tuvo una transcendencia que quizá no se ha valorado en su totalidad hasta años más tarde. Supuso una transformación social, formativa y cultural, que comienza con la recuperación del uso educativo para el que fue construido el Colegio de los Jesuítas en el XVII, dando vida al magnífico edificio, entonces vacío.
El nuevo horizonte de estudios posibilitó en Calatayud y comarca el acceso universitario a quienes nunca podrían haber ido a la Universidad tradicional, lo que conlleva un aumento del nivel de estudios de la zona, y en consecuencia, la opción a puestos de trabajo de más variada cualificación.
El alumnado, creciente con rapidez, del resto de Aragón, contribuyó durante los días de tutorías y los de exámenes a crear un ambiente específico desconocido hasta entonces en Calatayud.
Además de las distintas carreras y los cursos de Formación del Profesorado y de Extensión Universitaria, abiertos, siempre de interés, la UNED ofrece a la ciudad numerosas actividades puntuales y colabora con otras instituciones, como con el Centro de Estudios Bilbilitanos y el Excmo. Ayuntamiento en los ciclos de cine, presentaciones de libros, congresos, etc, actividades todas aprovechadas con agrado por Educación de Adultos.
Es un lujo para Calatayud contar con esta Institución que tan dignamente dirigen el Excmo. Sr. D. Julio Fuentes y Doña Ana Lagunas.
Puedo hablar de la UNED en dos sentidos, el personal y el institucional como Directora de esta Asociación.
A nivel personal ha supuesto para mi la oportunidad de terminar mis estudios universitarios en Calatayud. Esta Universidad ayuda a adquirir en el estudiante autodisciplina y responsabilidad de cara al estudio, y por lo tanto de cara a la vida.
A nivel institucional hemos colaborado estrechamente con el Centro ya que estudiantes de la UNED de Calatayud han realizado prácticas en AMIBIL, y la experiencia ha sido positiva por lo que pronto volveremos a presentar el programa de este año. En este sentido destacar que los proyectos en común tienen una proyección social que es beneficiosa para las dos instituciones, estudiantes, alumnos y ciudadanos.
Por último diré que nuestro programa de actividades incluye la asistencia a los programas culturales que anualmente oferta la UNED en la Ciudad. Y quiero reconocer especialmente la disponibilidad que desde el Centro se ha tenido con nosotros y nuestros alumnos a la hora de adaptar el horario de la Sala de Exposiciones a nuestro horario, además de acercar y adaptar las explicaciones de las muestras artísticas a las necesidades específicas de nuestros alumnos, permitiendo, de este modo, que conozcan y aprendan a mirar el arte.
Por todo lo dicho considero acertada la idea de la concesión de la medalla de oro de Calatayud a la UNED puesto que es un verdadero motor cultural en la Ciudad.
Considero que la UNED de Calatayud es uno de los centros culturales más importantes de la Provincia de Zaragoza. Tiene un número de estudiantes matriculados que se acerca a los 4.000 en diferentes carreras, entre ellas psicología, que es la que tiene mayor demanda y que, salvo en la Universidad a Distancia, no se dispone en Aragón de otro Centro Universitario donde cursar esta disciplina.
A mi modo de ver, la amplia actividad del Centro y su calidad académica hacen necesario un mayor apoyo por parte de las Instituciones para su promoción y para que sea posible ampliar la oferta de cursos específicos. Por esa razón considero importante el símbolo del Ayuntamiento de Calatayud reconociendo públicamente el gran valor social, educativo y cultural que tiene este Centro Universitario. Es un paso dado por los Poderes Locales para dar a conocer a la propia Ciudad, a los pueblos que la rodean y a las Comarcas vecinas todo su valor como Centro Educativo de servicio los ciudadanos. Una Sede Universitaria que contribuye a la descentralización de los servicios que acumulan las grandes urbes y acercarlos a aquellos que vivimos en regiones menos pobladas del territorio .
Esta Universidad ayuda también a la gente que, como en mi caso, trabajamos y no disponemos de un horario libre porque tenemos obligaciones laborales o familiares. Yo realizo mi Licenciatura en Historia y la UNED me permite compaginarlo perfectamente con mi vida, mi trabajo y mis ocupaciones.
No quiero acabar, puesto que como estudiante de la UNED de Calatayud me siento parte de este proyecto, sin agradecer a José Galindo su esfuerzo para que, allá por el año 75, la UNED se instalase en mi ciudad.